Sin compasión by Gena Showalter

Sin compasión by Gena Showalter

autor:Gena Showalter [Showalter, Gena]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Fantástico, Romántico, Erótico
editor: ePubLibre
publicado: 2022-07-26T00:00:00+00:00


* * *

Viori caminaba por el Bosque de Grimm exhausta, sedienta, acalorada y con los pies doloridos. Llevaba sola varias horas y, cada vez que recordaba a Micah, rasgaba el aire con las garras. Tan solo acordarse del nombre de su marido le provocaba furia.

Y ¿dónde estaba Tumbas? A pesar de su increíble altura, no lo veía por ninguna parte. ¿Acaso no le importaba que ella necesitara un acompañante? ¿Por qué la castigaba de aquel modo? Sobre todo, teniendo en cuenta que estaba en mitad de la separación del hombre que, por supuesto, no era su padre.

¿La había abandonado su hijo, como todos los demás?

Siguió andando y se enjugó las lágrimas. El collar empezó a tirar de ella con fuerza y la sacó del camino; se tropezó hacia un lado, como si hubiera salido a otro reino. ¿Lo había hecho? ¿Se estaba cerrando ante ella uno de aquellos portales que conectaban los mundos?

—Pst, pst. Por aquí.

Viori se giró y, con el corazón acelerado, se encontró cara a cara con la reina Cookie, la esposa de Kaysar. A sus pies había un gato negro.

Tuvo que contenerse para no atacarla. Y para no ir a acariciar al pequeño animal.

—No te asustes —le dijo Cookie, alzando las manos con una expresión inocente—. No voy a hacerte daño. Técnicamente, no pudo. Tú estás casada con Micah, así que eres una extensión de él, y su tregua es tu tregua, ¿sabes?

Viori experimentó una avalancha de emociones contradictorias. El impulso de huir, el deseo de correr hacia ella. Abrazarla. Zarandearla. Proferir la amenaza de que iba a desollarla.

Seguramente, Kaysar amaba a aquella mujer y la consideraba su familia. Bien, pero ¿era digna de su amor aquella tal Cookie? ¿Había alguien digno del amor de Kaysar? Incluso Micah había demostrado que no era honorable.

Se le encogió el estómago. ¿Sabría Cookie que Kaysar tenía una hermana que, fríamente, cruelmente, asesinó a los padres de su esposo?

La reina respiró profundamente y le espetó:

—Mira, yo también estoy recién casada, así que lo entiendo. Quieres pasarte los días en la cama con tu marido, no en el campo de batalla. Pues voy a darte buenas noticias: estoy aquí para hacer que tus sueños se conviertan en realidad. Solo tienes que decirme dónde tiene escondido Micah su ejército de troles, y me abstendré de poner su cabeza en la repisa de mi chimenea cuando termine la tregua —dijo la reina Cookie, endureciendo el tono de sus palabras.

Los troles. ¡Sí! Debería encontrarlos y quitarle el control de aquel ejército a Micah. De ese modo, no tendría ningún arma para usar contra Kaysar. Empezó a temblar.

—¿Tú acabas de casarte con Kaysar?

—Sí —dijo Cookie, con una sonrisa. Después, se fijó en el collar que llevaba Vee y carraspeó ligeramente—. Veo que a ti también te gusta disfrazarte. Salvo que yo prefiero que los collares los lleve mi marido.

Viori estuvo a punto de tener una náusea. No quería saber nada sobre los hábitos de su hermano en el dormitorio.

—No temas, encontraré a los troles —le dijo a la reina.



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